Causas

Según Mendoza Huamani (2021) las causas de la anemia serían:

La deficiencia de hierro: es la principal causa de anemia infantil, el aporte inadecuado de una dieta con bajo contenido de hierro y/o de pobre biodisponibilidad (predominante en inhibidores de la absorción de hierro y con un bajo contenido de hierro hem).
Anemia por falta de vitaminas: La escasez de vitaminas como el folato y vitamina B12 son necesarios para aumentar la cantidad de eritrocitos (glóbulos rojos) saludables. Al no cuidar que nuestra alimentación contenga la suficiente cantidad de vitaminas y nutrientes, provoca que nuestro cuerpo produzca menor cantidad de eritrocitos.

El inicio inadecuado de la alimentación complementaria.
Parasitosis Intestinal: amebas, giardias son una de las causas que ocasionan pérdidas de hierro.
Aumento de requerimientos debido al crecimiento, sobre todo en el menor de dos años. Niños de 6 meses a 24 meses debido al crecimiento rápido y al déficit de hierro en la dieta.

Consecuencias

Según Mendoza Huamani (2021) las consecuencias de la anemia serían:

Disminuye la capacidad de aprender y futuros logros escolares: Los niños anémicos suelen sentirse constantemente cansados y débiles debido a la falta de oxígeno en el cuerpo. Esta fatiga puede dificultar su capacidad para concentrarse en clase y participar activamente en actividades educativas.
Disminuye el desarrollo físico, mental y de comportamiento: Principalmente los glóbulos rojos son responsables de transportar oxígeno desde los pulmones hacia todas las partes del cuerpo. Cuando un niño tiene anemia, hay una cantidad insuficiente de glóbulos rojos sanos para realizar esta función de manera adecuada

Aumenta el riesgo de enfermarse: La anemia afecta el sistema inmunológico del cuerpo, debilitando su capacidad para combatir infecciones. Los niños anémicos son más susceptibles a enfermedades debido a la reducción en la producción y función de los glóbulos blancos, que son fundamentales para la inmunidad.
Piel pálida y ojeras: La falta de glóbulos rojos puede hacer que la piel de los niños luzca pálida y que tengan ojeras más pronunciadas.